Un peón marxista insta a fichas a moverse como quieran.

22.04.2016 a las 18:31 hs 840 0

Esta es la historia de como un peon, llama a todos sus compañeros a la sublevación contra un rey que no sabe defenderse sólo y que parece tonto moviéndose de uno en uno.

El ajedrez y sus reglas es uno de los juegos de mesa más antiguo que conocemos, pero todo podría cambiar en cuestión de meses. Un peón marxista se ha sublevado en un torneo local en Fuenciruelos y ha llamado al resto de fichas del tablero a la desobediencia civil, promulgando el libre movimiento de todos sin tener que rendir cuentas a nadie hasta abolir los prestigios de algunos y colectivizar las normas de juego. Estas son las exigencias de una pieza que ha movilizado de momento a otras centenares como ella, encontrando desde otros peones hasta algunos álfiles hasta hace poco fieles al régimen.
"Un fantasma recorre los tableros de Europa: el fantasma del comunismo", empezaba a predicar desde lo alto de un atril este peón hacia sus compañeros y rivales. "A todos nos crearon en China iguales, todos salimos del mismo molde de polietileno. Todos somos libres e iguales dentro de esta misma caja; hasta nuestros compañeros de color, que sólo se diferencian en el tinte marrón que les añadieron para hacer que nos sintiéramos diferentes y culparles a ellos de que no nos podamos mover como queramos en lugar de señalar a quien de verdad tiene la culpa", continuó.

"¡PLÁSTICO O MADERA, LA MISMA CLASE OBRERA!"

El discursó comenzó a calar entre todas las piezas del tablero y no tardaron en hacerle caso. Los caballos dejaron de moverse en 'L' como auténticos gilipollas para sumergirse en el libre albedrío. El resto de peones obedecieron a su compañero y empezaron a dar largas zancadas por la tabla. Algunos incluso salieron de esta y miraron debajo donde se toparon con numerosas fichas de las damas, aunque de un material algo diferente. "¡Plástico o madera, la misma clase obrera!", exclamaron mientras las invitaban a subir y promovían el movimiento "Jaque al Tablero".
Poco tardó este atisbo de socialismo en volver a verse bajo el yugo de los reyes. Unos cuantos álfiles fieles a la casta ajedrecista trazaron unos impresionantes movimientos en diagonal ante lo que nada pudo hacer el peón cabecilla, que veía cómo era superado por estos y era retirado de la partida. El resto de fichas, aunque eran superiores en número, no se atrevieron a contraatacar ya que, según otros álfiles de dudosa credibilidad "la violencia no legitima las acciones", mientras observaban cómo su compañero era brutalmente sometido por las Fuerzas de Seguridad del Tablero, que siempre protegen a los mismos.



Chancho, mis medallas!!!!


La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas

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